Comenzamos la guía definiendo lo que es la forma o molde de una pala de pádel:
La forma o molde de una pala va a tener influencia principalmente en tres aspectos: el balance de la pala, la potencia de la pala, y el punto dulce.
En función de su forma, podemos clasificar las palas de pádel en tres grandes grupos: palas redondas, palas lágrimas o con forma de pera, y palas diamante.
Palas con forma redonda
Las palas con forma redonda presentan las siguientes características:
- Alta manejabilidad: La principal característica de las palas con forma redonda es presentar la distribución de pesos más cercana al puño. Esto provocará que la gran mayoría de palas redondas presenten un balance bajo, alrededor de 25-26 cm, lo que permitirá aumentar la manejabilidad.
- Potencia reducida: Al presentar un balance más bajo que otros formatos, las palas redondas dificultarán el efecto palanca en golpes como el remate, reduciendo así la potencia que podemos imprimir a nuestros golpes.
- Mayor punto dulce: Las palas con formato redondo nos aportarán un punto dulce superior a las palas con forma lágrima o diamante, ayudándonos más en los golpes descentrados. Una característica de las palas redondas es que su punto dulce se encuentra más hacia el puño que las palas lágrimas o diamante.
La combinación de estas tres características hace que las palas redondas sean idóneas para aquellos jugadores que están buscando comodidad y seguridad en su pala.
Estas palas están pensadas, especialmente, para jugadores principiantes, jugadores avanzados que busquen potencias su juego defensivo, y jugadores que quieran prevenir o curar problemas en las articulaciones del brazo.
Palas con forma de diamante
Las palas con forma diamante presentan las siguientes características:
- Máxima potencia:La forma de estas palas hacen que la mayor parte del peso esté desplazado hacia la cabeza, dando como resultado un balance alto (26-27 centímetros). Esta repartición de pesos nos permitirá maximizar el efecto palanca, consiguiente sacar la máxima potencia en los remates.
- Manejabilidad limitada:El hecho de tener un balance alto y un peso desplazado del puño hace que las palas con formato diamante presenten más dificultades a la hora de moverlas que palas con formato redondo o lágrima.
- Punto dulce reducido:El punto dulce de las palas diamante es, por definición, más pequeño que el de las palas redondas, exigiéndonos un nivel técnico superior y penalizándonos más en golpes descentrados. Este punto dulce se sitúa más hacia la cabeza que en las palas con formato redondo.
Estas tres características hacen que las palas con formato diamante sean la opción idónea para los jugadores que busquen las palas con el mejor desempeño en el aspecto ofensivo del juego.
Las palas diamante son opciones limitadas a los jugadores que tienen un nivel técnico suficiente para sacarles provecho. El uso de estas palas por jugadores principiantes puede dar lugar a lesiones en el brazo, ya sea por forzar el brazo debido a su alto balance, o por las vibraciones generadas al no golpear en el punto dulce.
Palas con forma de lágrima
La forma de lágrima (también conocida como forma de pera o gota invertida) es la forma que ha experimentado el mayor crecimiento en los últimos años, ganándole terreno a la forma diamante al conseguir, en ciertos moldes, alcanzar prestaciones ofensivas similares a la forma diamante, pero con prestaciones defensivas superiores.
La forma de lágrima se caracteriza por ser un punto dulce intermedio entre la forma redonda y la forma diamante:
- Punto dulce intermedio:Las palas con formato de lágrima tienen un punto dulce superior al de las palas con forma diamante, pero inferior al de las palas redondas. Su punto dulce se sitúa ligeramente desplazado hacia la cabeza de la pala, aunque sin llegar a la posición de las palas diamante.
- Manejabilidad equilibrada:La forma de lágrima presenta un balance intermedio, ligeramente desplazado hacia la cabeza (25,5-26,5 cm del puño), lo que hace que sean palas con una manejabilidad media. Son palas que se mueven con mayor facilidad que las palas diamante, pero con mayor dificultad que las palas con formato redondo.
- Potencia intermedia: Las palas con forma de lágrima, la tener el balance ligeramente desplazado hacia la cabeza, permiten ejercer cierto efecto palanca, ayudándonos a imprimir potencia en los remates. Con estas palas alcanzamos unas prestaciones ofensivas superiores a las palas redondas, pero sin llegar a los niveles de las palas diamante.
Como comentamos anteriormente, la cuota de mercado de las palas lágrima no ha parado de crecer en los últimos años en detrimento de las palas diamantes. La razón se encuentra en que, con la combinación de molde y materiales necesarios, con las palas lágrima se alcanzan niveles de potencia comparables a palas diamante, con el beneficio de tener un balance más bajo y un punto dulce más amplio.
Las palas con forma de lágrima están pensadas para jugadores con un nivel intermedio – intermedio/avanzado, que busquen polivalencia en pista, sin renunciar a altas prestaciones en el aspecto ofensivo.